BAILEMOS PUES...
Bailemos pues..., como si el último fuera
con la sensación de tu piel perpetua, retazo
quebrado, fundidos en un perenne abrazo,
que fluya la música, la eternidad espera.
Que se pare el tiempo, inmortales,
eres y serás mi única acompañante,
mi ser, mi existir, del camino andante,
la venda, cura de todos mis males.
El reloj, enemigo eterno, su gran ego
rápido atropella el marcado compás,
mis ojos en los tuyos, fijados a fuego,
miedo a cerrarse y no despertar más.
Últimos acordes y en la despedida
un fuerte dolor secciona mi pecho,
elevarás tu alma, en dicha partida,
terminado el baile, el gozo, el lecho.
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