MIS PORQUÉS...
Vislumbraba,
sextante en mano,
desde
el farallón, la puesta del sol,
me
sedujo tu mirada de tintes azulinos
ostentando
en tu fornido litoral
costas
vírgenes y más golfos que cabos.
Sirena
me trocaste al palpar
tu
fluido con mi aliento,
beneficio
de aguas ferruginosas
con
salinidad excelsa
en
tus episodios navales.
Intenté
dragar tu armígero talante
huracán
que maneja mi brújula,
me
rendí de varar en tu arrecife,
desde
entonces tengo mis porqués,
la
víctima ya teme al piélago calmo.
Porqué
acechas mis movimientos
sigiloso
como un pez gato,
dejando
las huellas del pasado
en
la playa del olvido,
rastro
que tu marea desdibuja.
Porqué
con prestancia de un pavo real
elevas
tu fuerza destructora
y
engulles mi osadía
que
más tarde vomitas,
maltrecha
presencia evoco.
Porqué
una adolescente,
un
niño ocioso o su madre
que
dio la vida por salvar
lo
humanamente insalvable,
el
pilar de su existencia.
Porqué
murmuras susurrante
regalándome
al oído el estrés
que
las caracolas no ofertan
galera
de la fatiga ineludible
de
mi alma ya ahogada.
Porqué
acompañas mi soledad
marinero
del trasiego diario
pidiéndome
cuentas de mi falta
si
mi ausencia te genera
dolor
extremo en tu esencia acuosa.
Porqué
este día señalado, hoy
si
recientemente me licencié
en
arquitectura de castillos de arena
Máster
en eso de ser madre
preparación
altamente cualificada.
Tengo
muchos porqués y tú
sigues
impertérrito, ausente
eludiendo
mis pláticas exigentes
que
te incomodan en sobremanera,
altivo
te exhibes en tu trono de Neptuno.
Porqué
inundas mis expectativas
ahondando
mi raciocinio
a
las profundidades abisales
lugares
de cofres y galeones,
sepulcros
de piratas de antaño.
Porqué
tu inmensidad me eleva
dando
aletas a mi ilusión
navegando
en un mar de dudas
del
que nunca veré tierra firme
dejando
las miserias de este mundo.
Porqué
en primera persona
sufriré
ese mortal tsunami tuyo
gallardía
y lapsus terminal
que
a mi persona obsequia,
extenso
inventario de náufragos.
Porqué
mis piernas doblegas
postrando
mi humillación
ante
un maretazo colérico
vesania
inconcebible
de
un aparente mar en calma.
Porqué
insistes en transcribir
en
tu cuaderno de bitácora
el
devenir de mi anegamiento
en
un atolón del Pacífico,
lugar
del que no puedo tornar.
Porqué
me golpeas con el escollo
de
tu ficticio carácter bipolar
duro
tridente de un dios despiadado
arrojando
por la borda
la
construcción de nuestro bajel.
Porqué
calmabas mis tribulaciones
en
momentos de bajamar
y
tras una bruma atlántica
tu
chapapote me tiraniza
esclava
me aferro al ancla.
Porqué
bogar insaciable
entre
aguas turbulentas
en
un primitivo cayuco
si
ocluyendo la esclusa
me
ubiqué en dique seco.
Callas
arrogante a mis porqués...,
No...,
me mareé de alzas y declives
de
corales que amojonan una vida
de
olas traicioneras acechantes
me
voy al interior, mar muerto.
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